Se notaba cierta inquietud en algún sector madridista esta noche, tantos años sin pasar de cuartos de la Champions para un club como el Real Madrid son demasiados, y esta vez se plantaba con la mejor plantilla de los últimos años, con el mejor entrenador del mundo y con el peor OL de estos años, pero el run run existía...
Pronto se encargó el Madrid de disipar las dudas, en diez minutos ya metía el miedo en el cuerpo, primer corner y el Bernabeu empezaba a meter miedo como en las noches míticas de Copa de Europa, aunque ese espíritu sólo duró diez minutos, los que tardó el Lon en hacerse con la pelota, dormirla y empezar a aparecer Toulalan y Gourcuff, este último diluyendose como un azucarillo hasta ser sustituido a 20 minutos del final por el joven Pied, el equipo francés metía miedo, el Madrid solo metia miedo en las contras, pero se topaba con un Lloris excelente, hasta que en el minuto 37, Marcelo se inventa un golazo que hacia suspirar al Bernabeu de alivio, el Madrid se fue al descanso con un gol anulado a Benzema y la sensación de que si hubiese apretado, hubiese pisado el tunel de vestuarios con más renta.
La segunda parte comenzó con el Madrid algo más enchufado, participando mucho más Ozil y con el Lyon recupeándose todavía del gol de Marcelo, error de Cris y gol de Benzema, fiesta en el Bernabeu y la sensación de que el Olimpyque ha estado demasiado sobrevalorado durante estas semanas, otro error de la defensa propició el tercer gol de Di María y el Madrid tiene dos grandes motivos para creer, su gran pegada, la mejor del mundo y Ozil, todo lo que hace lo hace de maravilla y es determinante, la sensación de que la magia de la Champions ha vuelto al Bernabeu y quien sabe si el Madrid llegará hasta Wembley, de momento, ha dado un pequeño gran paso para ello.
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